31 oct 2015

“Por mi color de piel fui tratado de forma distinta en Colombia”: Henry “Hank” Johnson

El político, quien estuvo en el país invitado por el Consejo de Paz Afrocolombiano, denuncia discriminación policial en el aeropuerto Enrique Olaya Herrera, de Medellín. Controversia.

Henry “Hank” Johnson fue elegido a la Cámara de Representantes por el estado de Georgia (EE.UU.) en 2007.

El congresista de EE. UU. Henry Hank Johnson entró como cualquier viajero a la sala de entrega de equipajes en el aeropuerto Enrique Olaya Herrera de Medellín. Venía de Quibdó y debía tomar una conexión para Bogotá, como parte de una visita liderada por el Consejo de Paz Afrocolombiano (Conpa), una organización que busca la participación de los afros en las negociaciones de paz en La Habana.

Johnson vestía una camisa blanca impecable con una pluma en el bolsillo, jeans y un morral negro. Aunque no iba con el atuendo habitual de traje que suele usar en Washington, su pelo blanco, sus 61 años y sus cerca de 1,90 m de estatura le daban un aire distinguido. “Estoy acostumbrado a caminar con un semblante orgulloso”, me dijo Johnson en su oficina en Washington, donde ha estado desde 2007, cuando fue elegido a la Cámara de Representantes por el estado de Georgia.

Por eso su sorpresa cuando escuchó que un policía presente en la sala lo llamaba con voz severa. Los miembros de la delegación con quienes viajaba estaban ocupados esperando el equipaje, y él se había parado cerca de los uniformados. Aunque no habla español, Johnson entendió que el policía le estaba pidiendo que se identificara. En ese momento Marino Córdoba, uno de los fundadores del Conpa, se percató de que el congresista estaba rodeado por dos policías, un hombre y una mujer, y tenía su pasaporte oficial en la mano.

“El señor Córdoba intervino”, recuerda Johnson, “y le preguntó al policía por qué me había parado. Ellos discutieron en español, el intercambio se puso álgido, hasta el punto en el que le dije a Marino que se relajara, y los policías se retiraron. Cuando le pregunté qué había pasado, me dijo que el policía dijo que estaban buscando un equipaje que se había perdido en Quibdó”.

En medio de la discusión con la policía, recuerda Córdoba que interpeló al agente: “Por qué en medio de tanta gente por qué sólo pedirle los documentos a él”. Córdoba dice que les explicó a los policías que Johnson era un congresista de EE. UU. y que el policía no contestó nada, “no fueron capaces ni siquiera de pedir disculpas”. Córdoba incluso tomó una foto de los policías y la puso en Twitter, denunciando un acto de racismo que pasó inadvertido en redes sociales.



El incidente quedó ahí hasta que Johnson empezó a oír historias similares de otros afros durante su viaje a Colombia, incluyendo la de Carlos Angulo, un afro que reaccionó de forma airada a una requisa de la policía en las calles de Bogotá, en una escena captada en video. Esto empezó a generar una reflexión, dice el congresista: “Cuando recordé la forma en la que el policía primero me llamó, y el hecho de que quería ver mis papeles, y luego dio esa razón para ver mi identificación, sentí que había sido todo un pretexto para pararme”. Dice que sintió que por su color de piel fue “tratado de forma distinta”.

Johnson nació en 1954 y me explicó que vivió la época de luchas por los derechos civiles en EE. UU. siendo muy niño. “Nunca había tenido que enfrentar ese comportamiento descarado de racismo hasta que llegué a Colombia”. Aunque el incidente ocurrió hace casi un mes, el pasado 4 de octubre, en ese tiempo Johnson ha hablado del tema con sus colegas en el Congreso y con el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker. Ahora, y a solicitud de El Espectador, Johnson dice estar resuelto a usar su voz “para expresar mi insatisfacción por la forma en la que los afrocolombianos son tratados en su país. Me hace sentir rabia lo que está sucediendo”.

El congresista Johnson representa a uno de los distritos de mayorías afroamericanas en los suburbios de Atlanta, la ciudad donde nació Martin Luther King, y dice que su reciente viaje a Colombia le deja reflexiones fuertes sobre las relaciones raciales en nuestro país. Por un lado, asegura que “la lucha por los derechos civiles para afrocolombianas, comparada a la de los afroamericanos, está 70 años atrás”. Describe un movimiento que “está en su infancia”. Por otro lado, afirma que “la mayoría de los colombianos blancos han vivido vidas de privilegio, y no reconocen que hay aquellos que son discriminados”.

Pero más que recriminación, lo que pide Johnson a estos colombianos privilegiados es un autoexamen, “si los colombianos de piel clara pudieran imaginarse tener piel oscura y pasar por las instancias por las que pasé en mi estadía de cuatro días en Colombia, empezarían a asumir su responsabilidad para combatir el racismo”.


Vía:Afro

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