Por: Melissa Vergara
Buscando en Google una definición de Afrodescendiente me encontré con una descripción por parte de la Unicef: “Pueblos de origen africano que fueron traídos como esclavos durante la colonia para sustituir la mano de obra de los pueblos indígenas exterminados en Estados unidos y otros países del continente. Constituyen la mayoría en los países del Caribe y un porcentaje elevado de la población de Brasil, Colombia y los Estados Unidos. En Brasil y otros países de la región, el mestizaje –como vía al “emblanquecimiento”- dio origen a los llamados mulatos, los que en EEUU son asumidos como negros junto con los no mestizos. Históricamente han sido víctimas de racismo, discriminación racial y esclavitud, con la consecuente negación reiterada de sus derechos humanos, condiciones que se encuentran en la base de la marginación, la pobreza y la exclusión que expresan la profunda desigualdad social y económica en la que viven”.
Esta definición me llama mucho la atención, en especial
la parte que afirma que las comunidades afro en el pasado fueron víctimas de
discriminación racial, racismo, entre otras acciones propinadas por personas
que se creían de una raza superior. Históricamente, no es negable la violación
de derechos humanos en épocas pasadas y que, aunque no con la misma intensidad,
en la actualidad aún se evidencia.
La Unicef también menciona que las comunidades negras,
por las condiciones sociales que tienen o que tuvieron, sufren de marginación,
pobreza, exclusión, desigualdad social y económica, además de resultados
innegables si los analizamos en un contexto histórico. Sin embargo, me pregunto
yo ¿No tendríamos que reformar lo que hoy conocemos como exclusión?
En pleno siglo XXI, son muchas las entidades que les
ofrecen oportunidades a estos grupos raciales. Para colocar un ejemplo el
Icetex, una entidad financiera que brinda apoyo económico a los estudiantes.
Desde mediados de este año, la entidad está proporcionando créditos cien por
ciento condonables para 2.500 jóvenes de comunidades negras que adelanten sus
estudios o que ya hayan sido admitidos en una institución de Educación
Superior.
En forma de opinión personal, se deben resaltar las
labores que se adelantan en el país, ya que ahora no se habla excluir a las minorías,
sino que se piensa en incluirlas en una sociedad de múltiples razas y culturas.
Para continuar con los ejemplos, resaltemos el evento que se realizó en pasado 16
de Mayo en la ciudad de Cali, denominado ‘Primer concurso de peinados Afrodescendientes’,
el cual tenía como objetivo resaltar las practicas ancestrales de las comunidades negras, afrocolombianas, palenquera y raizales del pais.
Podría seguir nombrando entidades, universidades,
organizaciones, fundaciones que ayuden a las comunidades a salir adelante y
olvidar las marcas que dejó el pasado, pero lo más importante es resaltar la
labor que estas hacen de transformar el significado de exclusión, para que un
día seamos solo una sola raza, una sola comunidad que verdaderamente adopte el
significado de multiculturalidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario