Por Melissa Vergara Carvajal
Se dice que los primeros
días de Noviembre las almas de los muertos divagan. Por eso, en muchos países
se celebra el día de los muertos, para encaminar las almas al descanso que les
corresponde y para ayudar a aliviar el dolor de los vivos.
Como en cada país, en
Colombia hay diferentes culturas, y como nuestro blog se dirige a las culturas
afro, Juan Alberto Carabalí Ospina, politólogo trabajador con procesos de
organización de la cultura afro, nos cuenta la manera en que algunas comunidades
le hacen homenaje a los muertos.
Los palenqueros están
ubicados en San Basilio de Palenque, y como rito practican el Lumbalú, en el que despiden al ser querido durante
nueve días después de la muerte. Este rito funeral viene de raíces africanas y
consiste en que uno de los ancianos del cabildo (la institución política y
religiosa más importante de la comunidad palenquera) pregona la muerte de quien
ha fallecido. El pregón se realiza para convocar a la comunidad al velorio
mediante un toque especial del tambor pechiche. Una vez que se ha reunido a la
gente, se inicia propiamente el canto-lloro responsorial, en el que alternan el
solista de voz prima y el coro. Las palmas de las manos y los toques del tambor
yamaró, ejecutado con ritmos y alturas específicas, acompañan el ritual. Éste
se caracteriza por presentar la conjugación de elementos recitativos, canto y
golpes rítmicos de los percutores de significado especial.
Durante el Lumbalú
las mujeres bailan con pasos menudos al rededor del cadáver, ejecutando
movimientos de vientre e invocaciones con los brazos; algunas se llevan las
manos a la cabeza mientras actúan y cantan:
Chimilango,
chimilango
cho María Langó ri angola,
guán cún cún me ñamo llo
guán cún cún me re ñamar,
cuando sota caí ma mujé
¡E li le loo!
¡E li le loo!
Chimila ri ri angongo...
Chimilango ta ñangando...
cho María Langó ri angola,
guán cún cún me ñamo llo
guán cún cún me re ñamar,
cuando sota caí ma mujé
¡E li le loo!
¡E li le loo!
Chimila ri ri angongo...
Chimilango ta ñangando...
En la Costa del
Pacífico colombiano, se practican los Alabaos. Anteriormente se practicaban
para despedir a los niños, pero con el paso del tiempo se transformaron, y
ahora también se practica para
conmemorar la despedida de los adultos. Por lo general, se interpreta sin
instrumentos, aunque en algunas ocasiones puede tener acompañamiento rítmico de
percusión.
Las intérpretes lo cantan manteniendo la armonía de las distintas
voces, sin variar la melodía e introduciendo modulaciones propias de la música
colectiva de las tradiciones africanas.
Levanten la tumba,
levántenla ya,
que el alma se ausenta
pa´ nunca jamás.
Adorar el cuerpo,
dorar la cruz,
dorar el cuerpo
de mi buen Jesús,
de mi buen Jesús.
levántenla ya,
que el alma se ausenta
pa´ nunca jamás.
Adorar el cuerpo,
dorar la cruz,
dorar el cuerpo
de mi buen Jesús,
de mi buen Jesús.