Como Afro siempre busca culturizar un poco más, ahora
venimos a contarles sobre el último libro de la filósofa e historiadora Diana
Uribe y no es por hacerle publicidad, pues al fin y al cabo no nos da ni nos
quita nada, solo queríamos que ustedes
descubran las maravillas de una gran cultura, el libro se llama ‘África,
nuestra tercera raíz’, y como bien dice el título, es el origen de todos, y más
cercano a Colombia, es el inicio de muchas costumbres y características de los
habitantes del país.
“Colombia es un país de enorme diversidad cultural. Esa gran diversidad
nos enriquece y nos solidifica como pueblo y como sociedad. Esa diversidad
cultural está compuesta por un ancestral
mundo indígena, primigenio, primario, origen de todo, madre de todos nuestros
tiempos… Además tiene una tercera raíz que nos impregna, que nos permea, que
nos circunnavega, que llevamos en la sangre: la raíz africana”
El fragmento anterior es el inicio de la presentación de la obra de
La Historiadora, este es un libro
fantástico, incluso para quienes no les gusta leer, pues tiene 8 discos con la
narración, explica la historia, recorre temas como la esclavitud, el
sometimiento de los europeos, la superación y su llegada a todo el mundo para
marcar la diferencia con su sabor particular y el perrenque afro.
¿Cómo inició la
Afrocolombia?
Desde 1533, Cartagena de Indias fue uno de los principales puertos
comerciales del caribe y como era de esperarse, por esa época, recibió muchos
esclavos africanos; cada barco transportaba entre 250 y 500 esclavos,
aproximadamente el 33% moría en el viaje, pues pasaban meses en el mar,
encadenados y sin espacio para moverse; los que llegaban vivos eran
distribuidos a sus dueños por todo el territorio nacional.
La gran mayoría de esclavos africanos fueron destinados a trabajar en
el campo y las minas, en Antioquia y Chocó extraían oro, en Cauca cultivaban
plátano y maíz. Así pasaron muchos años entre rebeliones y resignación y ya en el período entre 1849-1950 la sociedad
civil presionó para abolir la esclavitud, generando ya lo que serían relaciones
de clientelismo político y no de esclavitud.
También está la historia de la música afrocolombiana que empieza
desde la llegada de los primeros barcos negreros que arribaron en Cartagena,
allí venían los africanos, que junto a los indios crearían la cumbia; venían
también ancestros de los Batata, la dinastía de tamboreros más importante de
San Basilio de Palenque; venían aquellos negros cimarrones que habían de
rebelarse y fundar palenques, y quienes construirían un nuevo lenguaje musical
en América, que con sus instrumentos
y bailes crearon grandes rituales para
la expresión de las emociones y deseos.
Podríamos quedarnos horas y horas hablando sobre todos los otros
aspectos que toca el libro, pero se
volvería tedioso hacerlo por este medio, por eso esta fue solo una parte de lo
que podemos encontrar al leerlo o escucharlo.
Sin embargo, es importante ponerle atención pues la obra constantemente nos recuerda todo lo que esta etnia nos ha aportado para ser el
país más alegre del mundo, el más diverso, con mejores ritmos, con gran
variedad gastronómica, con científicos excepcionales, que nos enseña que sin
África, todo lo que conocemos no existiría.
